En cualquier persona que empieza a cuidar una planta de interior surgen una serie de preguntas lógicas y totalmente normales como: ¿necesita mi planta más agua?, ¿tendrá suficiente sol? ¿debo abonarla?, ¿cuánto abono debo ponerle y de qué tipo?... En esta guía encontrarás algunos consejos y trucos sobre cómo cuidar tus plantas de interior que te ayudarán a resolverlas.

Las plantas de interior son plantas originarias de climas cálidos que encuentran en el interior de una casa las condiciones de temperatura y húmedad adecuadas para vivir y crecer. No todas las plantas han sido sacadas directamente de su entorno para entrar en tu salón, algunos tipos de plantas de interior, son híbridos especialmente creados a partir de cruces entre plantas para conseguir que se adapten a las condiciones que les podemos dar en nuestras casas.
El "secreto" del éxito al cuidar plantas de interior es intentar recrear las condiciones de la planta en su hábitat natural. A diferencia de los antepasados que vivieron en la naturaleza, las plantas de interior son completamente dependientes de tus cuidados para poder sobrevivir.
A continuación podrás aprender cómo cuidar plantas de interior a través de las diferentes secciones.
La iluminación ideal para tu planta de interior
La iluminación que recibe tu planta de interior dará a las plantas la mayor parte de la energía que necesitan para crecer, florecer y mantenerse saludable y vigorosa. El truco es simple, dar a la planta la cantidad de luz que necesita y saber si esta luz la deben obtener del sol directo o indirecto.
Hay tres factores en la iluminación que debes controlar al cuidar tus plantas de interior:
- La cantidad de luz: Por cantidad de luz entendemos el úmero de horas de luz que recibirán tus plantas.
- La intensidad de la luz: Que va desde la sombra hasta la exposición directa a los rayos del sol.
- El espectro luz: En algunas luces es importante controlar el espectro de luz, que puede ir de los colores cálidos y fríos. El espectro de luz viene determinado por la longitud de onda que forma la luz, así los colores cálidos tienen una longitud de onda superior y los colores fríos una longitud de onda inferior.
Cómo encontrar el lugar perfecto para tu planta de interior
Si tienes dudas sobre dónde colocar tu planta de interior, aquí te dejamos una guía con información que te podrá ser útil.
Una planta que necesita una ubicación con luz solar directa necesitará estar en:
- Una ventana con orientación sur o suroeste y colocar la planta a menos de medio metro de ella. La orientación sur es ideal para recoger los rayos del sol durante gran parte del día.
- Puedes colocarla en el alfeicer de una ventana en la que caiga el sol directo.
- En un solarium si dispones de él.
Para plantas que necesitan luz solar indirecta, puedes optar por:

- Colocar la planta a aproximadamente a uno o dos metros de una ventana con orientación este u oeste.
- A tres metros de una ventana con orientación sur o suroeste.
- Cualquier lugar donde la luz del sol ilumína la habitación durante varias horas al día.
En plantas que necesitan estar en un lugar parcialmente soleado, debes elegir un lugar:
- Con orientación al este, donde el sol de la mañana brilla en la habitación durante las primeras horas únicamente. El sol matutino es más frío que el sol del mediodía, por lo que no deberás preocuparte por que la planta reciba demasiada luz y se seque.
- A unos tres metros de una ventana con orientación sur o suroeste.
- Justo enfrente de una ventana orientada al norte, donde tu planta de interior recibirá una intensidad de luz baja o media.
Si tu planta necesita un lugar sombreado, debes colocarla:
- Más de tres metros de distancia de una ventana orientada hacia el sur o suroeste.
- Pasillos, escaleras o esquinas de habitaciones será un lugar ideal para tu planta.
- Cerca de ventanas que están a la sombra de árboles u otros pisos.
¿Cómo saber si mi planta recibe suficiente luz?
Una vez has escogido el lugar para tu planta de interior, deberás observar como se comporta. Observar como evolucionan tus plantas es una parte básica y obligada al cuidar plantas de interior si quieres que estas crezcan siempre sanas. El crecimiento de tus plantas, la cantidad de flores que da o el estado de las hojas, entre otros, te darán pistas para corregir la ubicación de tu planta antes de que sea demasiado tarde.

Algunos signos que puedes detectar para identificar que la planta necesita más sol son:
- Crece delgada y/o con espacios largos entre las hojas
- Las hojas nuevas son más pequeñas que las existentes
- Las hojas inferiores se vuelven amarillas y se caen
- La planta crece muy lentamente o no crece
- Las plantas con flores dejan de florecer o florecen poco
- Las plantas con hojas moteadas se vuelven de un color verde sólido
- Los nuevos brotes crecen con orientación hacia la luz
Por el contrario, los siguientes signos te indicarán que tu planta está sufriendo una sobreexposición a la luz solar:
- Manchas marrones o quemaduras en las hojas
- Las hojas aparecen difuminadas
- La planta se pone mustia al mediodía
- Las hojas se secan y se caen
Cuidar tus plantas de interior con luz artificial
Si en tu casa no encuentras una ubicación adecuada para cuidar tus plantas de interior, puedes optar por suministrarles una luz artificial adecuada. La luz artificial puede ser un buen complemento a la luz natural o incluso llegar a sustituirla completamente durante los meses de invierno, cuando los días son más cortos y la intensidad de luz es mucho menor.
Las luces artificiales proporcionan un espectro solar de longitudes de onda, que podemos identificar en su color, por ejemplo, la luz blanca lleva todos los colores del arco iris. En general, las plantas necesitan necesitan de luces que responden a las zonas frías del espectro de luz para las hojas y un espectro de tonalidades cálidas para la floración.

Las luces fluorescentes son una buena opción para iluminar tus plantas de interior, ya que son eficientes y proporcionan el tipo de luz que necesitan para hacer la fotosíntesis al recoger las tonalidades frías y cálidas del espectro de luz. Una buena configuración incluirá mitad de tubos con luz blanca fría y matad de fluorescentes con luz blanca cálida montados bajo un reflector. Cada fluorescente debe ser de 40 vatios.
Como norma general, las plantas deben estar como muy cerca a 12 centímetros de las luces y las plantas con flores a una distancia entre 15 y 30 centímetros de distancia.
¿Qué plantas son los mejores para la luz artificial? Muchas plantas de casa con flores son aptas para colocar bajo la luz artificial, como la begonia, bromelia, violeta africana, orquídea o ciclamen por poner algunos ejemplos. Sin embargo, muchas plantas de follaje también responden muy bien a esta luz, como la aloe vera o las cintas.
¿Cuánto tiempo deben estar bajo las luces? Eso dependerá del tipo de planta. Las plantas con hojas necesitan entre 14 y 16 horas de luz al día y las plantas con flores entre 12 y 16 horas de luz. Ten en cuenta que la oscuridad también es importante para el crecimiento vegetal por lo que asegúrate de que los fluorescentes estarán apagados al menos 8 horas por la noche. También es recomendable tener las luces encendidas en las mismas horas todos los días. Para hacer que se enciendan y apagen automáticamente puedes comprar en cualquier ferretería una regleta regleta de alimentación automática con temporizador y programarla para que se enciendan y apaguen cada día a las mismas horas.
La humedad de las plantas de interior que crecen bajo iluminación artificial se evapora más rápidamente y necesitan que se riege más frecuentemente que las que reciben luz natural. Es recomendable aumentar la humedad alrededor de tus plantas con luz artificial. Una de las maneras más fáciles de hacer esto es mediante el uso de bandejas de guijarros. Coloca tus plantas sobre una bandeja que contendrá trozos de maceta de barro o tocho, y mantén un dedo de agua en la bandeja. El agua debe estar siempre en contacto con los guijarros pero nunca debe tocar la base de la maceta, ya la tierra estaría demasiado mojada y podría pudrir las raíces.
Cuándo y cuánto regar mis plantas de interior
Aunque parece algo trivial, encontrar la frecuencia de regado ideal es uno de los aspectos más importantes al cuidar plantas de interior. Ten siempre en cuenta que es tan malo regar tu planta demasiado como regarla demasiado poco. Mucha gente opta por regar las plantas muy a menudo por miedo a que estas se sequen y descubren en pocas semanas que las plantas empiezan a marchitarse, cuando descubren que se marchitan las riegan más todavía y los resultados son catastróficos. El sobre regado es una de las principales causas de muerte de plantas.

Así que ¿Cuánta agua necesita una planta?
La respuesta a esta pregunta variará según la especie, el sustrato en el que está creciendo, el material de la maceta, la luz que recibe, la temperatura y la humedad en tu hogar. Por lo general, las plantas con una superficie de hoja grande y/o un follaje exuberante necesitará más cantidad de agua que aquellas con menos follaje o hojas coriáceas.
Las necesidades de riego de las plantas de interior también se verá condicionado por el ciclo de crecimiento de la planta. Las plantas absorben más agua durante los períodos de crecimiento activo que durante los períodos de descanso.
¿Qué tipo de maceta tienes? El tamaño y material de la maceta son otro factor important a tener en cuenta para determinar la frecuencia de riego. En una maceta pequeña, la planta absorverá la humedad de la tierra rápidamente y, por el contrario, una maceta demasiado grande retendrá más tiempo el agua. Además del tamaño, también deberemos tener en cuenta el material de la maceta ya que, una maceta de arcilla porosa necesitará regarse con más frecuencia que una maceta de plástico o vidrio.
Cómo saber si tu planta necesita agua
Existen dos métodos básicos, uno de ellos más rupestre y el otro más sofisticado. El primero será introducir el dedo en el interior de la tierra para ver si está todavía húmeda. La segunda consiste en comprar un medidor de humedad y colocarlo en la tierra para saber la cantidad exacta de humedad en el interior de la tierra.
Como norma general, la mejor manera de regar tu planta será sumergir la maceta en el agua durante unas horas, dejar que se escurra todo el agua sobrante y no volver a regar hasta que la tierra haya perdido la mayor parte de la humedad y la tierra en el interior de la maceta esté casi seca.
Es importante que la maceta cuente con buenos agujeros de drenaje y es recomendable cubrir la base de la maceta con grava gruesa para asegurar que el agua no se acumulará en la base de la maceta.
¿Estoy regando demasiado mi planta de interior?
Contrariamente a la creencia popular, el exceso de riego es a menudo la principal causa en los problemas de una planta. Puesto que las raíces no pueden absorber la cantidad de agua que se le suministra, la tierra presenta un exceso de humedad y ese agua ocupará el lugar del oxígeno que necesitan absorver las raíces del sustrato. Un suelo empapado favorecerá la putrefacción de las raíces.
Humedad ambiental óptima para mis plantas de interior
Con frecuencia, las plantas de interior necesitan una humedad ambiental superior a la que tenemos en casa, por ejemplo, las plantas tropicales suelen necesitar una humedad relativa entre el 50% y el 60% muy superior a lo que encontramos en casa.
En los meses de invierno, las casas se resecan especialmente debido a la calefacción o chimenea. Este tipo de ambiente seco es ideal para un cactus, pero fatal para las plantas de interior nativas de los trópicos. La solución para esto pasa por aumentar la cantidad de humedad en el aire alrededor de ellas.
¿Qué opciones tienes para aumentar la humedad cerca de mis plantas?

La manera más sencilla pasa por comprar un humidificador eléctrico que aumentará la cantidad de humedad en toda la casa, pero en esta sección te vamos a explicar otras opciones más baratas y también válidas para tus plantas.
La primera opción, pasa por rociar las plantas cada día o cada dos días con un pulverizador de agua a temperatura ambiente. Use siempre un pulverizador con un cabezal fino para evitar que grandes gotas de agua se depositen en el follaje y pueda llevarlas a enfermedades. La pulverización de agua sólo funciona bien si se realiza a menudo ya que el agua se evapora rápidamente.
Como no todos podemos estar pulverizando nuestras plantas con tanta frecuencia, o nuestra memoria no nos permite acordarnos de hacerlo, puedes optar por crear una bandeja de humedad. Una bandeja de humedad es una pequeña superficie llena de guijarros o trozos de material arcilloso, que se coloca debajo de la maceta y se cubre con un dedo de agua sin que esta llegue a tocar la base de la maceta. El agua que se va evaporando, hace que crezca la humedad ambiental alrededor de tu planta.
Una bandeja de humedad te permite también que no te preocupes del agua que drena tu planta después del regado, ya que cubrirá la bandeja y será el agua que humidificará el ambiente posteriormente. El cuidado es fácil, simplemente deberás lavar la bandeja de vez en cuando con un jabón suave.
¿Cómo saber si tu planta de interior no tiene suficiente humedad ambiental?
Aquí te indicamos algunos indicios que te ayudarán a identificar un déficit de humedad ambiental en tu planta de interior:
- La planta se marchita.
- Los bordes de las hojas se vuelven marrones.
- Las flores se desarrollan mal o se marchitan poco después de abrirse.
Cómo abonar mis plantas de interior
Del mismo modo que la luz o el riego, otro de los factores claves al cuidar plantas de interior para que estas crezcan saludables y vigorosas, es la fertilización. La fertilización proporciona a la tierra los nutrientes que necesitan tus plantas para crecer fuertes y sanas. La tierra que hay en una maceta va perdiendo sus nutrientes a lo largo del tiempo cuando las raíces los van absorviendo. Como no hay ningún factor exterior que aporte esos nutrientes de nuevo, debemos ser nosotros quien nos encargemos de aportarlos.
La cantidad y tipo de fertilizante que necesita tu planta dependerá del tipo y variedad concreto que tengas. Un consejo sencillo consiste en leer siempre detenidamente las instrucciones del fabricante para saber la cantidad adecuada de fertilizante que debes usar. Ten en cuenta que un exceso de fertilizante es tan malo o peor que un déficit del mismo, y si usas demasiado tus plantas se quemarán rápidamente.
Cuando los jardineros hablan de fertilizantes, utilizan unos números del estilo, 10-20-10. Estos números indican respectivamente el porcentaje de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) que componen el fertilizante. Cada uno de estos componentes tienen su función en el desarrollo de la planta:

- El nitrógeno se encarga de favorecer la exuberancia de la planta, es decir, promueve un follaje verde y el crecimiento.
- El fósforo mantiene las raíces fuertes y sanas y favorece la floración.
- El potasio se ocupa de mantener fuertes los tallos y ayuda a combatir enfermedades.
Los fertilizantes especialmente formulados para plantas con flores suelen contener menos cantidad de nitrógeno y más fósforo y potasio. En tu tienda de jardinería podrás encontrar algunos fertilizantes etiquetados especificamente para plantas concretas, como las orquídeas.
La mayoría de plantas de interior necesitan un fertilizante equilibrado con una fórmula 10-10-10.
Además de nitrógeno, fósforo y potasio, las plantas necesitan pequeñas cantidades de otros nutrientes o minerales llamados micronutrientes. Podrás encontrar algunos de estos minerales, como el calcio, magnesio, azufre, cobre, hierro y zinc en sustratos para macetas de buena calidad, sin embargo, deberás reponer esos minerales periodicamente con el uso de fertilizantes.
Los fertilizantes solubles en agua son los más comunes y fáciles de usar. Los encontrarás en forma de líquidos, polvo o cristales. Los fabricantes siempre sugieren utilizar la cantidad máxima que una planta saludable puede tolerar, lo cual les ayuda a vender más cantidad de su producto, pero en ocasiones, la cantidad recomendada por el fabricante puede ser demasiado para tu planta. Como regla general, puedes optar por utilizar la mitad de fertilizante recomendada por el fabricante y, si detectas que tu planta no es suficientemente vigorosa, ir subiéndola ligeramente sin sobrepasar nunca el máximo indicado en el embase.
Los fertilizantes en gránulos de liberación lenta también son fáciles de usar, ya que requieren únicamente depositarlos en la parte superior del sustrato y se irán disolviendo cuando rieges tus plantas de manera lenta. Los fertilizantes en estaca funcionan de la misma manera, pero en lugar de depositarlos sobre el sustrato, se clavan en el suelo. Nunca los claves cerca del tallo ya que podrían quemar las raíces principales de la planta, en su lugar, colócalos cerca del borde de la maceta.
Aunque las raíces son las principales responsables de absorver los nutrientes, las hojas también pueden hacer esa función, por ese motivo, en tu tienda de jardinería podrás encontrar fertilizantes foliares. Estos se utilizan sobre todo para revivir rápidamente una planta con déficit de nutrientes, ya que, al pulverizar estos fertilizantes especiales directamente sobre las hojas, llegarán antes a todas las partes de la planta. No utilices un fertilizante de uso en tierra para las hojas ya que lo más probable es que queme las hojas y flores.
¿Cómo saber si tu planta necesita fertilizante?
Aquí te dejamos algunos indicadores de que tu planta tiene un déficit de nutrientes:
- La planta crece poco y débil
- Las hojas presentan un color pálido
- Caida de hojas
- Tallos débiles
- Plantas pequeñas y/o sin flores
¿Cómo saber si mi planta tiene un exceso de fertilizante?
Los síntomas de una planta con exceso de fertilizante son:
- Bordes quemados o manchas marrones en las hojas
- Hojas deformadas
- Hojas marchitas
- Costra blanca en la superficie del sustrato
Consejos en el uso de fertilizantes
Algunos consejos generales relatios al abono al cuidar plantas de interior son los siguientes:
- Nunca abones una planta que acabas de comprar o recién trasplantada. Las plantas que acabas de comprar en un centro de jardinería está sufriendo un periodo de estres por el cambio y necesitará un mes o dos para adaptarse a su nuevo entorno. Los buenos sustratos para macetas contienen nutrientes para alimentar una planta replantadas durante varias semanas.
- No utilices el fertilizante para plantas de interior como se recomienda en la etiqueta de primeras. Los límites suelen estar muy forzados por arriba y en plantas sensibles podrían ser demasiado fuertes. Como norma general, empieza usando la mitad de la cantidad indicada y auméntala únicamente si ves que la planta presenta déficit de nutrientes.
- Los fertilizantes no son la solución para las plantas enfermas. Nunca utilices abono en una planta que está sufriendo plagas, enfermedades o problemas de raíz.
- Lee cuidadosamente las instrucciones del fabricante de un fertilizante y nunca pases los máximos recomendados.
Cómo podar mis plantas de interior
Las plantas que tenemos en casa necesitan recibir unos cuidados concretos para mantenerse sanas y atractivas. La poda regular debe ser uno de los cuidados que debes dar a tu planta, ya que, no sólo hace que luzca más bonita sino que ayuda a prevenir plagas y enfermedades.
La técnica del pellizcado
Una técnica básica en la poda de plantas se conoce con el nombre de "pellizco". El pellizco consiste en sostener la base del tallo de una hoja con los dedos pulgar e índice y ejercer una presión firme pero delicada para romperlo.
El pellizcado de hojas mantendrá un crecimiento rápido, compacto y te ayudará a mantener la forma arbustiva de la planta. Cuando una punta del tallo joven se pellizca, la planta tiende a diversificarse y espesarse. Debes utilizar esta técnica pellizcando siempre por encima de un nodo, es decir, el punto de crecimiento en el que se junta una hoja al tallo.
Los pellizcos funciona bien para las plantas de tallo suave como el coleo, filodendro heartleaf, hiedra y los potos. Si una planta no puede pellizcada fácilmente con la uña, deberás utilizar unas tijeras de podar afiladas para evitar que se rompa el tallo.
Consejos al podar plantas de interior

Algunos consejos en la poda de plantas de interior son:
- Nunca tires de los tallos u hojas para eliminarlos. Utiliza tijeras de podar afiladas para hacer cortes limpios y para evitar que se rompa, lo que puede arruinar tu planta o favorecer la aparición de enfermedades fúngicas.
- Debes utilizar siempre tijeras de podar para recortar plantas gruesas o con tallos leñosos.
- Elimina cualquier tallo o rama muerta para evitar la aparición de hongos.
- Quite las hojas marrones o amarillas ya que, al pudrirse, pueden favorecer la aparición de enfermedades y atraer plagas.
- Realiza los cortes siempre por encima de un nodo hoja, es decir, el lugar en que una hoja se une con el tallo, en un ángulo de 45°. Los cortes hechos en este punto ayudarán a la planta a ramificarse, creando una planta más compacta.
- Desinfecta cualquier utensilio de poda después de podar cada planta para evitar pasar posibles enfermedades o insectos de una a otra.
Eliminación de flores muertas
Ayudándote de tijeras de podar desinfectadas y afiladas, quita cualquier cabezas de flores marchitas, tan pronto como las detectes. Las flores muertas en la planta no solo se evn feas, sino que son un foco de hongos e infecciones para la planta.
A menos que las vayas a recoger las semillas, elimina los crecimientos de semillas ya que, obliga a la planta a hacer un uso de energía innecesario en crear las semillas que podría estar destinado al crecimiento de hojas o flores. Ayudará a ampliar el tiempo de floración de la planta mediante la eliminación de las flores a medida que se desvanecen. Esto permite a la planta de dedicar su energía para crecer más brotes.
Obviamente, no debes cortar las flores de los árboles frutales ya que entonces no podrá dar sus frutos. Algunas plantas de interior, como las orquídeas, florecerán de nuevo en el mismo tallo de la flor, por lo que es recomendable informarte sobre el tipo de planta concreta que tienes y averiguar si en ese caso es conveniente no cortar las flores y en caso afirmativo, cuando hacerlo.
En esta página tienes información sobre cómo cuidar diferentes tipos de plantas como por ejemplo la orquídea, los cáctus, los geránios, las hortensias o incluso las plantas carnívoras.
Cómo limpiar las plantas y sus hojas

Es importante mantener las hojas de tus plantas libres de polvo ya que esto le facilitará la obtención de energía de la luz solar que necesita para crecer. La limpieza de las hojas también ayudará a mantenerla librare de insectos indeseables.
Las hojas lisas se pueden limpiar fácilmente con un paño húmedo o una esponja mojada en agua. Es recomendable limpiar el paño o esponja antes de usarlo con otra planta para evitar pasar los insectos o enfermedades de una planta a otra.
Las plantas con hojas peludas, como las violetas africanas, se deben cepillar delicadamente con un cepillo suave sin agua para eliminar el polvo y la suciedad, por ejemplo, un pincel pequeño. Si utilizas agua para limpiar las plantas de hojas peludas, se formarán manchas de agua en sus hojas que no podrás eliminar.
Otras plantas como los helechos, se pueden limpiar con un chorro suave de agua. Cuando el clima es cálido, a veces es más fácil llevar la planta al aire libre y darle un fino rocío de agua por todos lados. Cubre la superficie de la maceta con un pañuelo impermeable para no empapar la tierra, rocía la planta como si se tratase de una fina lluvia y agita suavemente para evitar el exceso de agua. Por último, deja que la planta se seque en un lugar protegido de la luz directa del sol y del aire antes de devolverla al interior.
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