La técnica del Bonsai consigue reproducir las formas naturales de cualquier árbol pero a un tamaño tan reducido como el de una planta. Esta forma de arte tiene su origen en Japón y China, donde la técnica del Bonsai se ha practicado durante siglos. Los Bonsai crecen en macetas y, a diferencia de los árboles normales, los Bonsai dependen totalmente de tus cuidados para poder crecer sanos y vigorosos.
Como hemos comentado, un bonsái no es más que un árbol en miniatura, así que, con el cuidado adecuado tu bonsai se mantendrán sano, hermoso y en miniatura durante tantos años como los árboles de su especie. La belleza de tu bonsai irá creciendo a medida que madura con los años, de la misma manera que, por ejemplo un olívo, va ganando atractivo con el paso de los años.
En este artículo encontrarás una guía con los conceptos básicos para cuidar un bonsai, pero ten en cuenta que cada árbol precisa de unos cuidados concretos, por ese motivo te recomendamos que amplies esta información con un manual de cuidados para tu bonsai en concreto.
¿Dónde colocar un bonsai?
Aunque parezca muy delicado, un bonsai no es más que un árbol en miniatura, por ese motivo estará muy agusto en el exterior siempre y cuando la temperatura exterior nocturna no bajan de los 5ºC. En los meses de primavera, verano y otoño podrás tener tu bonsai en un patio, balcón, terraza o jardín sin problemas para la mayoría de regiones.
Escoge un lugar en el que el bonsai reciba suficiente sol, y siempre que sea posible, que reciba el sol durante la mañana y vaya pasando a sombra a medida que transcurre la tarde. Como seguramente querrás poder disfrutar de tu hermoso bonsai a diario, escoge un lugar elevado para que te sea fácil verlo sin tener que agacharte como una mesa o pared.
Una vez que la temperatura mínima noctura empieza a llegar a los 5ºC, es el momento de llevar tu bonsai a un lugar interior, como podría ser dentro de casa, un invernadero o cualquier lugar en el que pueda recibir las dosis necesarias de sol y esté resguardado de las frías temperaturas hivernales. El lugar ideal para colocar tu bonsai en el interior es el alféizar de una ventana orientada hacia el sur y si no es posible, toma una orientación este u oeste, pero intenta evitar la orientación norte. Una exposición hacia el norte puede ser insuficiente por la cantidad de luz que recibirá tu bonsai, y en ese caso, tendrás que ayudarte de luces de crecimiento especiales para proporcionar la cantidad de luz necesaria para mantener tu bonsai saludable.
En épocas de frío, entre cuatro y seis horas de sol al día deberían ser suficiente para la mayoría de bonsais, pero si tu localización te permite proporcionar más, mucho mejor.
¿Cómo regar un bonsai?
Debes ser muy cuidadoso con el riego de tu bonsai ya que una falta o exceso de agua puede acabar con él fácilmente. Como norma general deberás regar tu bonsai cuando cuando el sustrato se haya perdido la humedad sin dejar que este se seque completamente.
Ten en cuenta que las condiciones de luz que reciba tu bonsai pueden variar la frecuencia de riego, así si tu bonsai recibiendo pleno sol durante el día, la frecuencia de riego puede llegar a ser cada día o cada dos días. Puedes estar pensando que si en lugar de un bonsai fuera un árbol corriente de la misma especie que tu bonsai, no lo estarías regando a diario, pero debes tener en cuenta que la cantidad de sustrato que tiene un árbol plantado en la tierra es mucho mayor que la de tu bonsai que vive en una maceta, y la cantidad de humedad que puede captar un árbol plantado en tierra es mucho mayor gracias a sus profundas y ramificadas raices.
Otro factor a tener en cuenta a la hora de determinar la frecuencia de riego es la maceta en la que está plantado tu bonsai y el tipo de sustrato que tiene. Una maceta de un material poroso como arcilla dejará escapar la humedad más rápidamente que un material impermeable como el plástico. Del mismo modo, el sustrato necesario para el crecimiento de tu bonsai puede retener más o menos cantidad de humedad. El uso de un medidor de humedad hasta que conozcas exactamente las condiciones de riego ideales para tu bonsai y las características de tu maceta y sustrato. En el siguiente enlace puedes comprar un medidor de humedad.
El último factor que deberas tener en cuenta para determinar la frecuencia de riego de tu bonsai es el tipo de árbol que és. Del mismo modo que un olivo necesita una frecuencia de riego menor que un sauce, un bonsai de un olivo necesitará menos riego que un bonsai de sauce. Debes adecuar el riego al tipo de árbol que es tu bonsai conforme a sus necesidades de humedad.
Cuando rieges tu bonsai, utiliza una regadera que dispense el agua de manera suave para no levantar la tierra de la maceta. Riega abundantemente hasta que el agua empieza a salir por los agujeros de drenaje de la maceta. En la época en que el bonsai está en el exterior, una buena lluvia será ideal para el riego de tu bonsai.
Humedad ambiental para tu bonsai en interior
Durante los meses fríos, cuando tu bonsai está en el interior, es recomendable colocarlo sobre una bandeja poco profunda (de unos dos centímetros idealmente) con algo de grava gruesa y un poco de agua. Este agua no deberá tocar nunca la base de la maceta, ya que no queremos que las raices de nuestro bonsai se pudran. La idea de colocar el bonsai sobre esta bandeja no es otra que la de conseguir una hidratación extra alrededor del árbol a medida que el agua se va evaporando. Es necesario añadir una cantidad de humedad extra debido a que los sistemas de calefacción que utilizamos en el hogar resecan el ambiente, por tanto, nuestro árbol bonsai no podrá recoger la cantidad de humedad necesaria a través de las hojas.
¿Cómo abonar un bonsai?
Aportar una correcta fertilización también es muy importante para que tu bonsai permanezca sano y hermoso. La fertilización es una pieza clave en el cuidado de un bonsai ya que, al crecer sobre una base muy limitada de sustrato, el bonsai consumirá rápidamente los nutrientes.
Cualquier fertilizante líquido de uso general que podrás encontrar en las tiendas de jardinería será suficiente para abonar tu bonsai. Para evitar que la concentración de fertilizante sea muy elevada, es recomendable utilizarlo a la mitad de la concentración recomendada por el fabricante para la mayoría de los casos.
El fertilizante debe aplicarse al menos una vez al mes excepto en invierno, época en que el árbol está en un estado de reposo y no necesitará tanto abono. La fertilización de las hojas también está recomendada con un fertilizante soluble indicado para abono foliar y aplicado con un pulverizador cada dos meses.
¿Cómo podar un bonsai?
Uno de los mayores placeres de cuidar un bonsai es el efecto calmante de podar el árbol en miniatura así que tómate tu tiemop y disfruta el momento. El objetivo principal de la poda es mantener la forma del bonsai a medida que este crece. Además de esto, la poda sirve para fortalecer y asegurar el crecimiento de nuestro bonsai.
En general, el momento ideal para podar tu bonsai será al inicio de la primavera o a finales de otoño, es decir, justo antes y después de la época de crecimiento. En cualquier caso, no está de más consultar información concreta para tu tipo de bonsai ya que algunos árboles requieren de un calendario de poda diferente.
Para podar un bonsai debes:
- Pensar en la forma que quieres darle a tu árbol en miniatura. Ten en cuenta que la mejor forma que puedes darle a tu bonsai es la misma que tienen los árboles en su tamaño natural, eso sí, dentro de ese límite, intenta buscar la forma que más te guste para tu bonsai.
- Coloca el bonsai en un lugar en el que te sientas cómodo/a para tratarlo y lo veas en su totalidad.
- Poda las ramas o brotes que no se ajusten a la forma deseada. Es importante podar, sobre todo, las áreas laterales y superiores para asegurar su crecimiento y seguir conservando su forma en miniatura.
- Elimina las hojas muertas o enfermas a fin de mantener nuestro bonsai saludable.
Algunos consejos a tener en cuenta para la poda de tu bonsai son:
- Utiliza siempre unas tijeras especiales para la poda del bonsai para evitar dañarlo.
- Si aparecen dos ramas a la misma altura, elimina una de las dos.
- Elimina las ramas que crecen verticales y son demasiado gruesas como para doblarlas.
- Elimina las ramas que tienen giros o formas no naturales.
- Poda las ramas desproporcionadamente gruesas en la parte superior del árbol. Como norma general, las ramas en la parte inferior deben ser más gruesas que en la parte superior.
- Un bonsai sano, debería poder aguantar sin problemas una poda de hasta un tercio de su follaje.
No tengas miedo a podar tu bonsai, la poda es la mejor manera de asegurar que tu árbol en miniatura se mantenga fuerte y sano.
¿Cómo trasplantar un bonsai?
Una de las partes importantes en el cuidado de un bonsai es el trasplante. El trasplante del bonsai se debe realizar periódicamente en todas las especies cuando las raíces ocupan el total de la maceta. Las razones principales del trasplante son abastecer el árbol con tierra nueva y fomentar un enraizado más compacto.
Como regla general, la mayoría de los árboles de hoja caduca requieren que se trasplante cada dos o tres años, mientras que los árboles de hoja perenne sólo tienen que ser replantadas cada cuatro o cinco años. Como los árboles crecen a ritmos diferentes este calendario no siempre será válido, por tanto, se recomienda examinar el enraizado de tu árbol anualmente para determinar si las raices ya están muy ahogadas.
En la mayoría de los casos, el proceso de trasplantado es fácil y seguro si se realiza correctamente y en el momento adecuado del año. El trasplante se debe hacer a mediados de verano de la siguiente manera:
- Retira el árbol junto con todo el sustrato de la maceta, para ello, cubre la superficie de la maceta con tu mano sujetando el tronco del bonsai entre tus dedos y colócalo boca abajo.
- Una vez lo hayas extraido, elimina la mayor cantidad de sustrato que puedas de entre las raices.
- Con las raices limpias de sustrato, procede a podar aproximadamente una cuarta parte de las raices. Elije siempre las raices que presenten un peor aspecto, estén secas o muertas.
- Prepara la nueva maceta (o la original si no es necesario ampliarla). Para ello, asegurate de que la maceta cuenta con uno o varios agujeros de drenaje y cubre la base con una capa fina de grava pequeña para que el agua no se acumule en la parte final de la maceta y pudra las raices. Por último, coloca una pequeña capa de sustrato sobre la que reposará nuestro bonsai. Esta capa deberá sostener el bonsai a la altura anterior.
- Después de esto, podrás volver a colocar el bonsai en la maceta y rellena los huecos laterales y bajo las raices con un sustrato adecuado para nuestro bonsai. Intenta que no quden bolsas de aire bajo la tierra y entre las raices.
- El último paso será hidratar el sustrato sumergiendo la maceta en agua.
- Si lo deseas, puedes añadir algo de musgo u otros materiales de tierra a la superficie de la maceta para prevenir la erosión del suelo al regar.
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